lunes, 11 de mayo de 2009

Marcha Puertos Míticos de Ávila

Ayer me desplazaba a la cercana capital abulense para afrontar una marcha que sobre el papel se presentaba durísima, con un perfil que asustaba.


En la salida se daban cita algunos de los más ilustres ciclistas que ha tenido el pelotón (Julio Jiménez, Ángel Arroyo, Pedro Delgado, Lale Cubino, Paco Mancebo, Rodríguez Magro...).


Por cierto, como dato anecdótico, decir que cuando iba a recoger el dorsal se puso justo detrás de mí Paco Mancebo con el que pude charlar un rato y me manifestaba su ilusión por recorrer con tantos cicloturistas esas carreteras tan conocidas por él. Finalmente sería el "ganador" de la marcha, con un tiempo de 5:36.
http://www.aviladigital.com/subseccion/subseccion2/fichaNoticia.aspx?IdNoticia=99236
Pero, en la salida nada hacia presagiar que las condiciones metereológicas se iban a convertir en el principal enemigo de los más de 500 ciclistas que nos habíamos juntado en la línea de salida. Y es que nada más empezar a subir el Puerto de la Paramera se puso a llover con fuerza y a cerrarse el día con una niebla espesísima. Yo creo que más de 100 ciclistas se dieron la vuelta en este primer Puerto; entre ellos vi abandonar a Lale Cubino y a Santi Blanco (comenzaron juntos la marcha).
Yo decidí seguir, pese a las adversidades y, como me había propuesto de antemano, no quise forzar en ningún momento; ello propició que me fuera encontrando mejor a medida que transcurrían los kilómetros y que, pese a los 183 kms. de la misma, terminara bastante entero. También es cierto que en algunos momentos pude forzar algo más, pero no era el propósito de la jornada de ayer. Aún así hice un tiempo más que digno (7:23), para una marcha que la gente comparaba con la mítica Quebrantahuesos (de hecho el desnivel acumulado se asemeja mucho, alrededor de 3.600 mts.). El recorrido espectacular, con unos Puertos que han vivido algunas de las gestas más bonitas del ciclismo en nuestro país (quien no recuerda la Vuelta a España que perdió Julián Gorospe en el Puerto de Serranillos, sucumbiendo a la clase del "Caimán" Bernard Hinault).


La conclusión más importante es que me ha supuesto un importante refuerzo moral, porque en ningún momento he sentido sensación de fatiga, ni tampoco he tenido los fatídicos calambres que estaba sufriendo con una inusitada y preocupante asiduidad últimamente.
Por cierto os aporto una foto que me hicieron antes de comenzar la marcha.


El próximo objetivo será la Marcha Internacional Lagos de Covadonga, con un recorrido más escaso de Kilometraje, pero con final en el Lago Enol (después de superar las infernales rampas de La Huesera).

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