Aprovechando el día festivo de Castilla León, habíamos diseñado una salida por la Sierra de Béjar, en la que enlazaramos dos puertos de una dureza considerable.
Aunque el tiempo estuvo desafiante hasta el mismo amanecer, finalmente el día fue perfecto para la práctica del ciclismo, en una jornada en la que nos juntamos de nuevo un número bastante considerable de integrantes (además de Benito y Álvaro, ya habituales en salidas de este tipo).
Salimos de Béjar por la antigua N-630 camino a Baños de Montemayor, con un rodar fácil y sobre todo tranquilo, por la ausencia casi total de vehículos, algo a lo que no estamos demasiado acostumbrados lamentablemente. El primer puerto (La Garganta por Hervás) es de una belleza enorme, por su vegetación y, sobre todo, por sus vistas sin igual del Valle del Ambroz. Este puerto le coronamos todos con buenas sensaciones.
Después, con el fin de acortar algo la ruta prevista, decidimos dirigirnos hacia Candelario, atravesando toda la zona del Pantano de Navanuño. El día sigue acompañando, aunque aquí encontramos la dificultad, ya prevista, de un asfalto bastante deteriorado, pero que deja rodar bastante bien las bicis.
Así llegamos a Candelario, para afrontar la durísima subida a la Plataforma de Candelario, en la que se adivina que la nieve nos acompañará en su cima. Aquí, cada uno marca su ritmo y finalmente llegamos con las fuerzas justas a la Plataforma, donde la nieve nos arrebata el deseo de haber llegado hasta El Travieso.
Después de disfrutar de las inigulables vistas, decidimos regresar al punto de salida (Béjar), aunque algunos optamos por hacer un pequeño desvío ascendiendo la mini-cota de El Castañar...por si las piernas no tenían suficiente.
Las sensaciones que yo tuve a lo largo del recorrido fueron muy buenas y, en ambos Puertos, casi desde el inicio me marché con Chema desde el principio y hacer las dos subidas junto a él...si bien es cierto que en determinados tramos de alto porcentaje me llevaba con el gancho.
Dejó alguna foto de esta buena jornada de disfrute de nuestra afición favorita.
Aunque el tiempo estuvo desafiante hasta el mismo amanecer, finalmente el día fue perfecto para la práctica del ciclismo, en una jornada en la que nos juntamos de nuevo un número bastante considerable de integrantes (además de Benito y Álvaro, ya habituales en salidas de este tipo).
Salimos de Béjar por la antigua N-630 camino a Baños de Montemayor, con un rodar fácil y sobre todo tranquilo, por la ausencia casi total de vehículos, algo a lo que no estamos demasiado acostumbrados lamentablemente. El primer puerto (La Garganta por Hervás) es de una belleza enorme, por su vegetación y, sobre todo, por sus vistas sin igual del Valle del Ambroz. Este puerto le coronamos todos con buenas sensaciones.
Después, con el fin de acortar algo la ruta prevista, decidimos dirigirnos hacia Candelario, atravesando toda la zona del Pantano de Navanuño. El día sigue acompañando, aunque aquí encontramos la dificultad, ya prevista, de un asfalto bastante deteriorado, pero que deja rodar bastante bien las bicis.
Así llegamos a Candelario, para afrontar la durísima subida a la Plataforma de Candelario, en la que se adivina que la nieve nos acompañará en su cima. Aquí, cada uno marca su ritmo y finalmente llegamos con las fuerzas justas a la Plataforma, donde la nieve nos arrebata el deseo de haber llegado hasta El Travieso.
Después de disfrutar de las inigulables vistas, decidimos regresar al punto de salida (Béjar), aunque algunos optamos por hacer un pequeño desvío ascendiendo la mini-cota de El Castañar...por si las piernas no tenían suficiente.
Las sensaciones que yo tuve a lo largo del recorrido fueron muy buenas y, en ambos Puertos, casi desde el inicio me marché con Chema desde el principio y hacer las dos subidas junto a él...si bien es cierto que en determinados tramos de alto porcentaje me llevaba con el gancho.
Dejó alguna foto de esta buena jornada de disfrute de nuestra afición favorita.
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